sábado, mayo 08, 2010

No me dejes la llave de tus recuerdos


Lo peor de todo es que yo lo sabía, sabía que saldría mal, sabía que tenía que escuchar a mi mente y ser fuerte. Ahora me duele, me duele el corazón, por hacerle caso el sufrimiento fue mayor. Y qué me queda por hacer? NADA! Porque al final nunca depende de mí. Odio que las cosas escapen de mi control odio sentir que me equivoqué, que me equivoque por dejarme llevar por lo ideal, por la idea romántica que te ofrecen las películas. Y sabes qué, te odio, si, te odio. Porque aunque yo lo sabía y traté de rehusarme, jugaste conmigo, me utilizaste, oh si! Me utilizaste tan bien, jugaste perfectamente tus fichas y yo caí, caí como estúpida.

Detesto sentirme así, porque traspasaste mis fronteras, buscaste un resquicio para entrar. Siempre lo haces! Y yo te dejo, aunque ponga barreras, al final cedo, siempre cedo. Y no sé qué hacer. Porque ahora me voy a prometer no dejarte volver más. Voy a poner barreras y aunque me duela voy a correr lejos de ti. En secreto guardaré mis confesiones, de frente no voy a ir esta vez.

Así que se bueno por primera vez conmigo y no me busques, aléjate, si hazlo!. Dale, anda, te doy permiso, prometo no reprocharte nada. Pero solo te voy a pedir un último favor. No vuelvas más. No me dejes tus recuerdos, piérdete con las hojas que caen en el otoño, piérdete con los globos en el cielo, pero piérdete esta vez en serio.

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