Fue lindo soñar contigo, pensar en nuestras conversaciones llenas de risas, en lo poco que nos conocemos y en ese coqueteo inminente en cada palabra que te escribo. Seguro no te das cuenta de la forma e que te hablo y que te miro. Es obvio, nunca demuestro mis sentimientos cuando alguien me importa de la forma en que me importas tú.
Me encantó escuchar esas viejas canciones que me recuerdan a ti, recordar esos pequeños momentos que llenaron mi vida de felicidad y mi corazón de confusión. Nunca se te ha dado ser claro al expresar lo que piensas o quizás quieres que te lea entre líneas. De todas formas me da miedo saber que dices, porque puede ilusionarme o dejarme en la incertidumbre.
Me gusta mirarte de lejos, que nuestros ojos se junten un instante, sonrías y vuelvas a tu asunto y yo al mío. Pero igual sigo buscando tu mirada y pienso que tú buscas la mía. Un loco juego de nunca acabar, de indirectas que no llegan a ninguna parte, solo a lo más profundo de mis sentimientos, esos que algún día quizás pienso revelarte.
Aunque no lo admita frente a ti, es obvio que eres importante, más de lo que deberías. Si bien sufro cuando la distancia se hace presente, en esos pequeños momentos de intercambiar pensamientos cómplices, soy feliz. Porque quizás mi felicidad solo se basa en que tu existas.
Y son muchas las cosas que te agradezco, claro que nunca directamente. Me aterra la idea de que te enteres de todas estas palabras y puedas ver más allá de lo que te muestro. No estoy lista para ser vulnerable a ti. Esa sonrisita compradora me desarma y si supieras todas mis debilidades, tendrías las armas para destruirme.
Siempre es lindo soñar un rato, pero no se puede soñar toda la vida. Por eso hoy dejaré de soñar contigo, porque el sueño vino a buscarme y te dejé abandonado en la estación. No sé cuando volverás a aparecer en mi vida, en tres meses, en un año o quizás en diez. Tampoco aseguro que cuando aparezcas nuevamente, sienta lo mismo que siento ahora al verte. Porque para bien o para mal, los sentimientos van cambiando a medida que pasa el tiempo y por mi bien, espero que tú pases también.
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