sábado, octubre 10, 2009

Una mezcolanza de Sentimientos


La vida está llena de momentos, y cada paso que damos es un tropiezo con algo distinto. A veces sentimos nostalgias de esas cosas del pasado, quizás es porque nos detuvimos un tiempo a mirar el pasado y nos dimos cuenta que fue tan fugaz, que el tiempo se acorta y que aun no alcanzamos nuestros propósitos, o tal vez, sentimos que en todo este tiempo no hemos logrado nada.

Muchas veces me he preguntado qué hago en el mundo y qué pasaría si yo no hubiese nacido, realmente he sido un aporte? he provocado un cambio?. Porque se supone que influimos en las cosas directa o indirectamente, y una palabra o un gesto suman para bien o para mal, pero no sería bueno tener una bola de cristal para ver cuál fue el cambio o decisión que se podría haber dañado sin nuestra presencia?. Es algo para sentirnos importantes, participes de este mundo.

Esta semana me han pasado un sin fin de cosas, de la alegría al llanto, de la esperanza a la desesperación, me he cuestionado, me he sentido viva y otras me he decepcionado de mi. Y parecerá injusto porque tengo muchas cosas buenas en la vida, pero como dicen algunos, no puedo ver el vaso medio lleno. Porque cada día me prometo sonreír, agradecer por el milagro de ver la luna brillar en la noche y la fusión entre el sol y el mar en el atardecer. Y sé que nada va a levantarme más que mis propias ganas, pero muchas veces quiero arrojar todo por la borda.

Ayer tuve una de esas conversaciones que te cambian la vida, hablé con mi papá, una de las personas que admiro y me dijo ciertas verdades, el ya lleva 61 años caminando por el mundo y ha llegado a la vejez solo. Tiene a mi mamá, a mi hermana y a mí, pero los amigos se han ido y los pocos que quedan aburren. Eso me sucede a veces, me aburre la gente y prefiero la soledad; no es que no los quiera, al contrario, son el motor de mi mundo, pero muchas veces el agua del radiador se gasta. En ese momento me encuentro pérdida y no sé qué hacer, las cosas me resultan extrañas, yo me resulto extraña.

Algo mágico, algo especial, eso es lo que sigo buscando por el mundo, voy como el principito de planeta en planeta viendo los atardeceres, porque me complacen, pero no me llenan. No sé si espero algo que nunca llegará y la paciencia nunca ha sido mi aliada en las batallas, pero quiero asombrarme, saber que tengo un eje sobre el cual girar. Seguir en este estado de coma, sintiendo pero sin ver realmente, me está matando poco a poco.

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