sábado, septiembre 27, 2008

Crimenes

Eran cerca de las 10 de la mañana cuando su madre lo despertó dando golpes en la puerta de su pieza.
-levántate!!, acuerdate q vamos a buscar a tu padre a la cárcel
-no quiero- respondió Ricardo con un tono desafiante.
-ah, no? , pues te guste o no iremos igual, fíjate que es tu padre y debes respetarlo
- por qué debería respetarlo si el no es un ejemplo para mí?
-no quiero discutir contigo, así q levántate y vamos-dijo la madre muy enojada.
Las discusiones con su hijo eran diarias y ya no se soportaban.
Pasó cerca de una hora hasta que el hijo decidió levantarse, pero lo hizo de mala gana, aparte la noche anterior había salido con los amigos y había llegado cerca de las 8am de hoy.
Cuando llegaron a la cárcel, su madre estaba a punto de llorar, pero era un llanto tanto de emoción porque eran años sin ver a su esposo y también por miedo, miedo a q el no hubiera cambiado realmente y volviera a pegarle.
Esperaron un rato, la madre se paseaba de un lado a otro preocupada y nerviosa y su hijo la miraba de reojo y miraba a otro lado a causa de la vergüenza que ella le producía.
De pronto vieron a su padre asomarse por la `puerta de la cárcel acompañado de un guardia, el cual, llegando a la puerta lo dejó en libertad y regreso dentro. La madre sin poder controlarse corrió a abrazarlo mientras Ricardo se quedó de pie tal y como estaba.
Después de un rato de abrazados los padres, caminaron a encontrase con su hijo, quien no dio ninguna muestra de afecto.
-no vas a saludarme?- preguntó el papá
-no te lo mereces, acaso quieres que te abraze después de que destruiste todo lo que fue nuestra familia?-respondio Ricardo, dio una vuelta y se marchó.
Los padres no dijeron nada, sólo se miraron entre ambos y en sus ojos se pudo ver cierta tristeza.
Durante la tarde los padres se fueron a la casa y estuvieron conversando largo rato, contando lo que habia pasado con la familia, vecinos, como había crecido tanto su hijo, pero de repente se producían entre ambos unos silencios muy incómodos.
Por parte del padre era que no se sentía capaz de mirar a su esposa a los ojos después de lo ocurrido, y sentía que después de tanto tiempo ya nada era lo mismo.
-y cómo terminó la escuela?- preguntó el padre sintiéndose incómodo.
-no terminó- respondió la madre.
Ella miró un rato y no dijo nada.
-qué hora es?-preguntó
-casi las once-respondió ella mirando nerviosamente su reloj
-y Ricardo, sabes a donde fue?
-con los amigos, supongo-respondió ella bajando la vista y moviendo sus manos
-supongo!!!?...después de tanto tiempo sigues sin preocuparte por tu hijo?!-dijo el padre gritando y golpeando fuertemente la mesa.
-no hagas eso!, no de nuevo, por favor-dijo ella casi gritando y con ojos humedecidos.
-claro, después preguntas por qué te golpeo, me pides razones y mira nada más!!, tu eres la que se lo busca con tu actitud!!-dijo el padre levantándose de la silla y pegándole una cachetada a su esposa.
Ella cayó al suelo y comenzó a llorar y a decir cosas que a causa del llanto no se entendían.
Su esposo la tomó de un brazo, iba a pegarle de nuevo cuando se abrió la puerta y alguien entro.
-hasta que apareciste!!-dijo el papá recibiendo de respuesta sólo una mirada desafiante-veo que no vas a responder, se puede saber al menos por que te comportas así conmigo?-dijo su padre gritandole.
Ricardo lo miró, avanzó hacia la mesa, apoyó sus manos y respondió suavemente.
-porque te odio papá, porque siempre te he odiado. Acaso crees que era agradable para mi ver cómo le pegabas a mamá y escuchar los gritos de sus discusiones?, acaso crees que eras un ejemplo de padre?!?!, acaso crees que nunca tuve ganas de abrazarte y decirte que te quería?!?!...
hubo un silencio incómodo, ambos se miraron y los ojos de Ricardo se humedecieron…y cayeron unas lagrimas.
-perdóname hijo-dijo el papá con un tono suave
- ya es demasiado tarde papá…el daño ya está hecho, ya no te creo nada- lentamente, miró fijo al vacío, metió una mano en su bolsillo, sacó una pistola y se la puso en la sien.
-no lo hagas!- le dijo el padre mientras la madre lloraba desesperadamente.
-no te preocupes, no lo haré-dijo el hijo con la mirada perdida, miró a su padre, sacó la pistola de su cabeza y apuntó a su padre,.
La madre dio un grito desgarrador- hijo por favor no!- El padre temblaba a la amenaza de su hijo.
-Ja, por fin te veo temblando, sientes el miedo? Ese es el miedo que sentí durante todos estos años, ese mismo miedo lo sintió mi mama al ver como la maltratabas. Estas asustado?- dijo Ricardo
-Por favor no lo hagas soy tu padre- dijo en tono suplicante
-No pareces mi padre, si me conocieras un poco sabrias que no caería tan bajo como tu, no me interesa asesinarte para que te libres de tu conciencia.- Ahora vete, no te acerques mas a nosotros, quiero que sepas que fui a la comisaria y pedi una orden judicial, asi no podras ni siquiera mirarnos a larga distancia-
-Esta bien, tu ganas me voy- dijo resignado su padre. Asi tomo su bolso y salió de la casa con rumbo desconocido, al cerrar la puerta Ricardo dio un suspiro.
- Por fin podremos ser felices mama, ya todo acabo-
- Si hijo- dijo su madre llena de confusión.

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