viernes, noviembre 20, 2009

Quisiera aprenderme tu nombre


Ni siquiera sé cómo pasó, qué fue, qué dije. Solo ocurrió, atravesaste mi cielo como un cometa Llenaste de luz las tinieblas. Me devolviste la sonrisa y ese no sé qué. No vamos a ningún lado, quizás no quiero ir. Porque ahora todo está perfecto, yo aquí y tu allá. Disfrutar el presente y no pensar en el mañana. Sin culpa, sin arrepentimiento, sin nada que hablar.


En el día soy feliz, me ocupo de mis cosas y corro junto al viento. Pero es en la noche, cuando las estrellas salen a jugar, es ahí cuando te busco, cuando te necesito. En la magia que hay solo en la noche, en esa magia juego contigo, me rio de mi, de ti. De nosotros.


Es raro porque ya me acostumbré a tu presencia. Todo lo que antes ocupaba mi cabeza desapareció con tu llegada. Te lo agradezco, ya no me cuestiono las cosas, no hago películas en la mente y no pienso en lo correcto e incorrecto. No me reprochas nada, solo te ríes conmigo. Y yo tomo el papel de cruel, de indiferente, pero sé cuando me hablas entrelineas.


Me encanta esta relación, me encantas tú. Adoro que me busques, que me sigas en mis ideas, que recuerdes lo que te digo, que recuerdes lo que me dices. En el fondo pones atención, no te soy indiferente. Me fascina conversar de estupideces, de mi vida, de tu vida. Y todo está bien, no hay pasado ni futuro, solo el hoy.

sábado, noviembre 07, 2009

Nada queda


Porque la rabia se apodera de mi, quizás es la decepción, que feo sentirse así. Como si nada fuese suficiente, como si cada paso fuera una nueva caida. El frio está en mi piel, me arrancaron la pasión, las ganas, todo. De nada sirve llorar, porque las lágrimas no pueden limpiar lo que se siente dentro.

Es como cuando tienes un sueño tan grande y te lo arrebatan de golpe. Donde todas las esperanzas que tenías desaparecieran. Porque lo peor que te puede pasar es perder la esperanza. Sin ella, todo da igual. Si sintiese pena, sería más razonable, pero qué hacer contra la rabia y la decepción?. No se puede hacer nada, no se puede llorar, arrancar. Es un sentimiento tan profundo que nada puede con el. Las ilusiones no existen, ni siquiera la locura.
Justificar a ambos lados
Porque cuando se quiere tanto, el dolor es más grande. El nudo en la garganta no se puede desatar y menos quitar ese sabor amargo, no a la derrota, porque se puede perder en la vida, pero es inadmisible perder sin haber peleado la batalla. Eso no tiene justificación.

Y qué queda? rabia, solo rabia. Y el mal del ser humano, del hombre, de las personas que no entienden que más que una pasión es un sentimiento. Que no saben llevar el nombre de todo un pueblo, de toda esa gente que vive por ellos. Y la unica lección de todo esto, es que todos son iguales, todos son un pedazo de bosta.

miércoles, noviembre 04, 2009

Un reflejo


Hace tiempo que no me sentía así. Tengo mucha pena, mucho miedo. No quiero quedarme sola, no quiero perder a los que amo. Hace días que tengo un mal presentimiento y cada día que pasa voy confirmando mis dudas. Es tan difícil sentirse así, porque la esperanza me abandona, porque las ventanas de la habitación se van cerrando. Y no hay soluciones, lamentablemente para esto no. Porque va más allá de querer o de poder, me siento impotente, no puedo hacer nada.


Añoro esos días en que todo estaba bien, donde éramos realmente felices. Podía darme el lujo de patalear por lo que no me gustaba, de llorar, de ser consentida. Ahora no puedo, porque eso traería problemas. Y no significa que quiera hacerlo, pero me gustaría tener la certeza de que si puedo.


Antes sentía miedo de dormir con la luz apagada, pero eso lo solucionaba mi hermana dejando encendida la lámpara. Tenía miedo a que asaltaran mi casa cuando me quedaba sola en la noche, lo solucionaba desvelándome viendo series, hasta que el amanecer me daba la seguridad. Pero qué puedo hacer ante el miedo de perder lo que amo?, nada, no puedo hacer nada.

martes, noviembre 03, 2009

Un vaso roto


No me gusta. Me carga que las cosas sean así. Y me pregunto una y otra vez qué puedo hacer?. Y me encuentro con las manos atadas. Cuando algo no está a tu alcance, es imposible nadar para llegar a la orilla, pero no puedo rendirme y ahogarme en el mar, no quiero. Se me acaban las ideas, no sé si se me acaba el tiempo. Mi creatividad e innovación no sirven, nada sirve. Es como llenar un vaso roto, imposible.


Siempre ha sido un problema que las cosas me afecten tanto, tal vez debería ser más egoísta o preocuparme por mi vida, pero no puedo. Cómo no voy a ser capaz de provocar un cambio?. Me niego a dejar que ese futuro se pierda, que todo se pierda. Me duele y mucho, siento en el estomago ese presentimiento que las cosas no van bien.


Sé que no puedo ocuparme de todo, pero no quiero que cuando las cosas pasen, sentir que no hice nada por evitarlo. Eso no me lo podría perdonar, no de nuevo. Es mucho más fácil lidiar con mis propios problemas que con los de otras personas. Quisiera que no me importara, quisiera no ser así. Tal vez algún día nada me importe.